domingo, 30 de marzo de 2014

2014, el año en que el cine español se reconciliará definitivamente con el público


Alguien decía que lo único que permanece constante es el cambio. Al cine español le costó mucho evolucionar, pero casualmente, en esta época de crisis, están apareciendo el talento y la modernidad. El 2014 no podía empezar de mejor manera con el megataquillazo de "8 apellidos vascos" de Emilio Martínez Lázaro, pero posiblemente no sea la única grata sorpresa (como se está demostrando en la 17 edición del Festival de Málaga).

Este mismo fin de semana se han estrenado tres títulos muy distintos entre sí, de temáticas, estilos y público objetivo totalmente diferentes. "Kamikaze" de Alex Pina es una película comercial, muy entretenida, que combina el drama y la tragedia con el humor. "Enemy" es una coproducción hispanocanadiense interpretada por Jake Gyllenhaal que, basada en la obra "El hombre duplicado" de José Saramago, nos envuelve en un inquietante mundo donde nada es lo que parece y que plantea más dudas que soluciones. "2 francos, 40 pesetas" de Carlos Iglesias intenta repetir el éxito de su anterior película con un reparto y guión que insiste en ese evidente homenaje a sus padres.

Pronto llegarán otras películas apoyadas en grandes críticas como son "Anochece en la India" de Chema Rodríguez (11 de Abril) con un magistral Juan Diego, "La vida inesperada" de Jorge Torregrossa (25 de Abril) con Javier Cámara y Raúl Arévalo ambientada en Nueva York que ha emocionado a la crítica y promete ser otro taquillazo, "Carmina y Amén" de Paco León (30 de Abril) que retratará nuevas peripecias de la madre del director, "10.000 Km" de Carlos Marqués-Marcet (16 de Mayo), ganadora de la Biznaga en Málaga, de rol más independiente que ahonda en las relaciones a distancia ó "Todos están muertos" de Beatriz Sanchís (30 de Mayo) donde muchos destacan el gran trabajo de Elena Anaya.

Tampoco me puedo olvidar de "Pancho, el perro millonario" de Tom Fernández para el deleite familiar con el perro más famoso de la península y del periplo americano de Emilio Aragón que nos trae "Una noche en el viejo México" con esa leyenda viva llamada Robert Duvall. Suena a taquillazo "Por un puñado de besos" con Ana de Armas y Martiño Rivas sobre la historia de amor entre un chico y una chica con SIDA, "Open Windows" de Nacho Vigalondo que ha contado con Elijah Wood para este thriller tecnológico donde una persona buscará por Internet el paradero de una mujer secuestrada interpretada por la ex estrella del porno Sasha Grey y "La isla mínima" de Alberto Rodríguez, director de "Grupo 7", con un nuevo thriller policial. La guinda podría ser el nuevo trabajo de Daniel Monzón tras su exitosa "Celda 211", que vuelve con otra película de acción interpretada por Luis Tosar llamada "El niño".

Todos estos trabajos me dan motivos para pensar en la reconciliación definitiva del cine español y su público. En estos momentos, donde la cultura ha pasado a un segundo o tercer plano, es curioso descubrir su apuesta por la comedia, el mal llamado producto comercial, y el reto de llegar al mayor número de personas posible. Las películas de carácter social, que podrían aflorar (porque motivos tienen), son un porcentaje muy reducido del total. Una manera clara y eficaz de callar la boca a tantos detractores más influenciados por su apuesta política que por el criterio objetivo (básicamente porque la mayoría apenas ha visto películas españolas como para valorar su calidad).


Espero que a partir de ahora se deje de asociar cine español con los Bardem, Toledo ó San Juan de turno y se empiece a valorar un conjunto que viene con grandes trabajos de gente joven, con un chip distinto y más cercano. El cine español es mucho más que tres nombres, el 2014 será buena prueba de ello. Ah! Y además nuevo Torrente, nuevo REC y Mortadelo y Filemón para finales de año!

José Daniel Díaz

lunes, 24 de marzo de 2014

Crítica: "El Gran Hotel Budapest"


Muchos esperaban con especial interés el nuevo trabajo del director Wes Anderson. Desde "Moonrise Kingdom" no habíamos vuelto a disfrutar de su peculiar forma de entender el cine. "El Gran Hotel Budapest" nos vuelve a encandilar con una estética demoledora, una banda sonora fascinante y un inteligente humor surrealista que despierta más de una sonrisa. Sin embargo, su estilo y su manera de contar historias sigue sin enamorarme aunque sea innegable el talento que derrocha cada una de sus obras.

"El Gran Hotel Budapest" desarrolla uno de los guiones más convencionales de la filmografía de Wes Anderson. En un país imaginario, aunque deliberadamente retratado para mostrar el período de entreguerras en Europa, Gustave H. (Ralph Fiennes) es un reputado conserje de uno de los grandes hoteles del continente. Tras la violenta muerte de una de sus clientas más queridas, es acusado de asesinato y perseguido por la familia de ésta. Acompañado de su fiel botones Zero (Tony Revolori), huirá en búsqueda de la verdad.

Como viene siendo habitual se rodea de un plantel de estrellas encabezado por Ralph Fiennes al que acompañan actores fetiche del director como Bill Murray, Jason Swartzman, Adrian Brody, Owen Wilson ó Eduard Norton. No podemos olvidar tampoco a la fantástica Tilda Swinton, el peculiar Willem Dafoe, el legendario Harvey Keitel ó el controvertido Jude Law.


Wes Anderson tiene la capacidad especial de dejarnos imágenes, escenas e incluso gags clavadas en nuestra retina durante mucho tiempo. Genera un universo particular que logra de manera casi natural que detectemos con claridad cuándo un proyecto tiene su marca. Esa virtud está al alcance de muy pocos como Pedro Almodóvar, Woody Allen ó Alexander Payne.

Una historia común, sin apenas originalidad, se convierte en una fantasía donde el surrealismo está más cercano a la realidad que la propia realidad. Sus referencias a clásicos son constantes, pero sin copiarlos, dejando que el espectador detecte sutilmente ese homenaje.

Pero como os decía al principio, si bien valoro su inconfundible forma de hacer cine, sigo sin llegar a enamorarme. Alabo sus movimientos de cámara, su maravillosa estética e incluso la excentricidad de sus personajes, pero me cuesta ser partícipe de la historia. Entiendo la devoción de sus seguidores, pero no me cuento entre uno de ellos.

Premiada en el pasado Festival de Berlín con el Gran Premio del Jurado, agradecemos una vez más a Sensacine por contar con nosotros para su primer gran preestreno del año. No defraudará a los que esperan con emoción el nuevo trabajo de Wes Anderson, posiblemente el mejor de los últimos años. 



José Daniel Díaz

lunes, 17 de marzo de 2014

Crítica: "Una vida en tres días"

Con poca publicidad ha llegado a las carteleras la nueva película de Jason Reitman, director que se ha ganado el respeto de crítica y público gracias a "Juno", "Up in the air" o "Young adult". Se acompaña de dos excelentes actores, los siempre efectivos Kate Winslet y Josh Brolin, para contarnos una historia pequeña, emotiva, sencilla y efectiva. "Una vida en tres días" no es el mejor trabajo del director canadiense pero de alguna forma, llega al corazón del espectador por su honestidad mostrando los sentimientos de los personajes.

En apenas cinco días (y no tres como reza el título) somos capaces de descubrir la evolución de tres personas necesitadas de afecto. Una madre abandonada, un hijo entre dos aguas y un fugitivo en busca de refugio son la base de un cúmulo de sentimientos que viajan a toda velocidad. Todos se necesitan y todos quieren necesitarse. Abandonan sus recuerdos y su pasado para embarcarse en el que podría ser su último barco.


En tan corto espacio de tiempo los dos personajes protagonistas, encarnados por Kate Winslet y Josh Brolin, viven lo que muchas parejas no llegan a disfrutar en una vida entera. Y no podemos evitar recordar la nostálgica "Los puentes de Madison" de Clint Eastwood, de la que Jason Reitman ha tenido que verse influenciado. También la relación del fugitivo y el niño nos traslada a otro título del mismo director, la nunca suficientemente valorada "Un mundo perfecto".

Debo destacar una vez más la fantástica interpretación de Kate Winslet, nominada al Globo de Oro por este trabajo. Afronta un personaje singular, que lleva en la mochila multitud de problemas e inseguridades, encerrada en su vivienda sin apenas capacidad para relacionarse o salir a la calle. Compleja, llena de matices, y en desarrollo constante. Continuando con el reparto resulta curioso encontrar a James Van Der Beek (famoso por protagonizar la serie "Dawson crece") y un pequeño cameo de Tobey Maguire.

La soledad de los personajes marca las acciones de cada uno de ellos. El miedo a no encontrar a nadie, la falta de cariño, la inexistencia de metas u objetivos que alcanzar, los sueños perdidos y la tristeza como rutina definen sus vidas. Un cambio, brusco, pero cambio al fin y al cabo sirve de revulsivo para devolver la ilusión.


Infravalorada por parte de la crítica, nosotros alabamos la sencillez de la propuesta con mensajes directos. Grandes interpretaciones sólo oscurecidas por una cierta sensación de ya haber vivido esta historia. Su falta de originalidad puede ser su gran enemigo aunque una historia de amor bien contada siempre merece la pena revivirla una y otra vez.


José Daniel Díaz

lunes, 10 de marzo de 2014

Crítica: "Dallas Buyers Club"



Hasta 65 productoras rechazaron el proyecto de "Dallas Buyers Club", una película políticamente incorrecta apta sólo para valientes. Se habló de varios intérpretes (como Ryan Gosling) pero el destino quiso que fuera Matthew McConaughey el que finalmente diera vida a Ron Woodroof, un cowboy de rodeo drogadicto y mujeriego que contrae el SIDA en los años 80. Jean-Marc Valleé dirige esta fantástica historia basada en hechos reales donde todos están tocados por la varita del talento.

No es extraño que esta película haya obtenido tres Oscar de la Academia (Actor principal, actor de reparto y maquillaje y peluquería). Ha sido la única producción capaz de plantar cara a las dos grandes favoritas, "Gravity" y "12 años de esclavitud". Matthew McConaughey se corona con esta película. Ya habíamos detectado su cambio de registro, su atrevimiento a la hora de seleccionar las películas y el giro radical que ha dado a su carrera, pero su interpretación como Ron Woodroof es tan extrema no sólo a nivel interpretativo sino también físico, que ya podemos incluirle entre los cinco mejores actores del momento sin lugar a dudas

No está mal acompañado por un grandioso Jared Leto, cuyo papel de travesti homosexual pasará al selecto grupo de personajes para la Historia del cine. Apoyados de manera notable por Jennifer Garner, el dúo protagonista nos regala una auténtica clase de interpretación. Se compenetran a la perfección, viviendo con ellos su peculiar historia, la que hace que un homófobo acabe siendo el mejor amigo de un gay.


El SIDA, durante mucho tiempo, se consideró una enfermedad contraída casi exclusivamente por homosexuales. Esta historia rompe esa leyenda y, basándose en hechos reales, nos muestra con crudeza que cualquiera podía ser objetivo de esta terrible enfermedad. A Ron le diagnosticaron un máximo de un año de vida, y sin embargo, su fuerza de voluntad y su atrevimiento le ayudó a sobrevivir con una calidad de vida aceptable durante seis años más. Fue un ejemplo de supervivencia, y sin ocultar todos y cada uno de sus defectos, la película le reconoce su aportación contra el VIH.

Las empresas farmaceúticas, una vez más, no salen muy bien paradas. Utilizando humanos como conejillos de indias, aprovechándose de sus ganas de vivir, ocultaban información a los afectados que se lanzaban sin paracaídas a probar los nuevos medicamentos que se servían en los hospitales. El famoso AZT no resolvía nada. Ron, apoyado en un médico defenestrado y en su amigo Ryon, popularizó el Dallas Buyers Club, un club destinado a ofrecer antivirales prohibidos en EEUU pero muy efectivos con los damnificados.

Nos encontramos, por tanto, con una película necesaria; me atrevería a decir que obligatoria. Una historia dramática pero, a la vez, llena de esperanza; con un fantástico guión y unas interpretaciones sublimes. Jean-Marc Valleé pega un salto de gigante en su carrera, convirtiéndose en un nuevo nombre a seguir muy de cerca.

El día 14 de marzo tenéis una cita con el buen cine, el que nos trae "Dallas Buyers Club".



José Daniel Díaz

lunes, 3 de marzo de 2014

CONCURSO: ¿Te apetece asistir al preestreno de "El Gran Hotel Budapest" el día 18 de marzo en Madrid?

Vuelven los preestrenos a Cinedania!! Primer preestreno del año.... y vaya preestreno!! Gracias a nuestros amigos de Sensacine, disponemos de 5 entradas dobles para disfrutar el martes 18 de Marzo en Madrid del preestreno de "El Gran Hotel Budapest" dirigida por Wes Anderson. Gran premio del Jurado en el pasado Festival de Berlín, viene avalado por excelentes críticas a su paso por dicho Festival.




Con un extenso plantel encabezado por Ralph Fiennes que cuenta, entre otros, con Bill Murray, Jude Law, Willem Dafoe, Edward Norton, Harvey Keitel y un largo etcétera de excelentes actores, cuenta el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Todo ello ambientado en un lujoso hotel donde un experimentado conserje y su protegido tendrán mucho que decir.

El preestreno tendrá lugar en los cines Kinépolis el próximo 18 de Marzo a las 20:00.

Daros prisa!!! Para conseguir una de las entradas dobles que sorteamos sólo tenéis de plazo hasta el 15 de Marzo. Será obligatorio seguir en Twitter ó Facebook a Sensacine y Cinedania (a los dos medios) y además realizar los siguientes pasos:

- Poner el siguiente texto en Twitter: Gracias a @sensacine y @cinedania podré ver el día 18 de marzo en Madrid el preestreno de El Gran Hotel Budapest.

- Y enviar un mail a cinedania@hotmail.com donde especifiquéis vuestro usuario de Twitter (para la comprobación) e incluyáis vuestro nombre completo.

Mucha suerte!!!!

sábado, 1 de marzo de 2014

Crítica: "Emperador"

Tras varios retrasos, por fin llegará el 7 de marzo a las carteleras españolas la película "Emperador" de Peter Webber. Su guión se centra en la investigación que el ejército americano, tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), ordenó realizar para conocer el grado de implicación del emperador japonés Hiro Hito en el ataque a Pearl Harbour. Matthew Fox y Tommy Lee Jones encabezan un plantel bien dirigido pero cuya poca audacia y escasa documentación, dejan en el ambiente demasiadas preguntas sin respuesta.


Probablemente el general McArthur y el emperador Hiro Hito tuvieron una relación más intensa de lo que marca la película; no en vano, ambos protagonizan muchas hojas de los libros de Historia cuando se intenta analizar lo acaecido en la postguerra. Las bombas atómicas generaron indignación entre la población japonesa, y los militares americanos se debatían entre los sentimientos de venganza y los de justicia. En ese ambiente, cualquier tipo de investigación estaba distorsionada y con presiones desde todos los ángulos posibles.

McArthur (Tommy Lee Jones) supo soportar esa presión, interesado en conocer la verdad y, sobre todo, aumentar su fama sin cargar en su haber con una decisión que pudiera limitar su más que probable carrera política. El encargo lo recibe un hombre de confianza del general, su colega Bonner Helles (Matthew Fox), especializado en cultura japonesa y con un pasado muy relacionado con ese país.

El director Peter Webber ("Hannibal: El origen del mal") cumple en su cometido, pero demuestra una grave carencia documental. Esa es la única explicación posible para entender por qué paralelamente a la historia principal nos cuenta la relación sentimental de Bonner con una joven japonesa antes de iniciar la guerra. Un drama tan innecesario como erróneo, que parece cubrir el hueco que deja la falta de información sobre el tema principal.


Una buena ambientación y un guión al límite del formato documental, no consiguen salvar el asunto principal: No había material para una película. El esfuerzo de todo el equipo no compensa la desilusión del público cuando descubra que el planteamiento tiene una respuesta débil. Es un título para que los que amamos la Historia, y en especial nos interesa la Segunda Guerra Mundial, salgamos informados, con nuevos y clarificadores datos y con una visión más clara y global de la época; todo ello enmarcado en un paquete cinematográfico de garantías. Por desgracia, no lo consigue.




D.S

Fila EFE