lunes, 19 de mayo de 2014

Crítica: "Dom Hemingway"


No se puede negar el acierto en el título: "Dom Hemingway". Y así lo expresamos porque la película es él, el personaje que interpreta Jude Law; un excéntrico, raro, excesivo, violento y derrochador ladrón cuyo mayor éxito y motivo de alabanza fue no traicionar al jefe del clan. Richard Shepard apoya todo el guión en el carácter especial de Dom, aunque olvida estructurar con sentido a los personajes que le rodean. Su error es creer que el carisma del protagonista puede salvar una película.

Dom acaba de salir de la cárcel. Ha aguantado muchos años con la boca cerrada y es hora de recibir su recompensa. Por su sentido de la fidelidad se ha perdido la enfermedad y muerte de su esposa y ver crecer a su hija, aunque él nunca haya sido una persona especialmente responsable. Como es habitual en estos casos, siempre algo en ese plan va a fallar...

"Encadenadamente tuya" y "La sombra del cazador" son algunos de los títulos más relevantes de una irregular filmografía de Richard Shepard. En esta ocasión dirige y firma un guión con buenas intenciones pero que toca demasiados palos sin centrarse en ninguno. El humor negro del que hace gala no acaba de cuajar y la trama parece acelerarse en la última parte lo que nos deja con muchos cabos sueltos.


Jude Law, que tuvo que engordar más de 15 kilos para interpretar el papel, es lo mejor del film. Entiende a la perfección la esencia del personaje y define con precisión cada gesto ó detalle. Hablar del resto de intérpretes no sería justo porque no dejan de ser meros espectadores del actor principal. Su fuerza nace del poco espacio que el guión les adjudica, jugando a ser comparsas del desmesurado Dom.

De todas formas, por recordar alguno, encontrarnos a Emilia Clarke en el reparto llama la atención. Tras su papel de reina de dragones en "Juego de tronos", teníamos curiosidad por valorarla en otros personajes. El resultado es tablas.... Es difícil juzgar una interpretación con el escaso margen e importancia que le otorga el guión, y eso que encarna a la hija del protagonista.

Por tanto, aprobamos esta producción inglesa aunque sin demasiada nota. Un personaje puede tapar defectos de guión pero aquí los defectos se ven demasiado. Quien disfrute el humor inglés el 23 de mayo tendrá una cita obligada en los cines; el resto quizás no vea sus expectativas cumplidas plenamente.



José Daniel Díaz

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